Hoy hace un mes… Justo un mes en el que todo iba a cambiar para siempre porque Tú cambiabas. Pero Mamá… Quiero pensar, quiero sentir y necesito creer que es un cambio de plano, que sigues siendo Tú, aunque diferente…
Aunque no lo consiga entender, aunque la añoranza sea insoportable y la tristeza se instale en mi alma como negro alquitrán, deseo con toda la fuerza que siempre tuve saber que estás bien, incluso genial! Que tu nueva posición es más libre, luminosa, alegre… Pedí señales que no llegaron o no supe ver… Aún las pido, sin exigir, solo para tener un poquito de paz. Para entender que la persona que más admiro y quiero «ESTÁ». Diferente pero con Vida.
Una Vida llena de luz, porque quien te conoce sabe de tu bondad, tu honestidad, tu generosidad y tu sabiduría. Esa sabiduría que no aproveché y que estos días recuerdo sin parar. Frases que no volaron, y que burbujean sin parar en mi cerebro. Sí Mamá, tus frases quedaron en mi, y tu cariño, y … Y todo!

Justo hace un mes llegaba a casa y Tú iniciabas tu tránsito. Aún no lo creía, solo esperaba que la ambulancia te trasladara para ponerte de nuevo bien. Para seguir como hasta entonces, y recordar, solo a unos días pasados, el susto. Pero no… Un scaner marcó la línea. Un diagnóstico me rompió de tal modo que ni podía llorar. Solo balancearme pidiendo un milagro y otro diagnóstico que viera una salida donde otros no.
Pude hablarte, en casa aún consciente con esfuerzo, pude abrazarte y decirte que todo iba a salir bien, que estuvieras tranquila, que te quería con todo mi ser, que eras lo mejor! Quería ponerte contenta para que recuperaras mejor, para darte fuerza. Dijiste mi nombre, y que te gustaba que te acariciara cabeza y cuerpo para dejar de temblar. Podías notar mi inmenso Amor y que no estabas sola. En la UCI seguí hablándote. Recordando aventuras, viajes, agradeciendo todo lo que has hecho siempre por mi, todo tu cariño. Pidiéndote perdón por todo lo que no supe hacer bien. Y pidiendo un milagro…
Quizás el milagro es donde ahora disfrutas. Un plano más elevado, más privilegiado… Por encima de dramas, miserias y también, porqué no, alegrías transitorias y necesidades. Un plano de plenitud, de paz y de Vida en mayúsculas, solo que Mamá… Cómo te echo de menos!
Porque tan de repente cuesta, sabes? Porque te sentía con vida para un tiempito más, aunque fuera una vida en minúsculas, no como la que espero disfrutes ahora. Pero yo, llena de apegos quería mi milagro… Que volvieras a lo de siempre, al día a día,  para seguir abrazándote, preparándote desayunos, y dándote la paliza con mis cosas. Para oír tu  -«qué tengas muy buena mañana»- y también, porqué no, quejarme del humo de tus cigarrillos… Para un viaje más!

Hoy hace un mes, y he perdido el sentido del tiempo… Te añoro, y me parece una eternidad el tiempo que no veo una de tus sonrisas. Y de repente, parece que ayer estaba cogida a tu mano en la cama del hospital sin opción.

Una dama eres Mamá! Volaste con elegancia, sutil… Dejando recuerdos preciosos, en todo.
Y sigues viva en este plano ayudando a quien cada día esperaba en diálisis un atisbo de esperanza. También para aquel que no veía y que con tus córneas ahora sí. Tu grandeza deja mejor la vida de otros, como Tú habrías querido.

Y sin ganas hoy de nada, porque tú ausencia  me apaga, recordé esta foto hecha una semana antes de… Y Mamá, sabes qué?
Esta foto eres Tú!
Luz y Vida allá donde estés. Paz y belleza antes y ahora.

Me dicen los que me rodean que quieres que esté bien. Cuesta mucho… Ya sabes como soy!   Y es que hay días que parecen misión imposible. En mi cabeza resuenan palabras tuyas que me decías cuando hacían falta y… las escucho, y lo intento. Mami…!
Te buscaré en la Luz, en la Vida, porque estás Viva ahí… Iluminando…

Hasta siempre y también … Aquí y ahora.
Te quiero

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