Dicen por ahí que la Vida es una aventura. Parece cierto, dado que nadie sabe que va a ocurrir tras iniciar el sueño. Nadie sabe que va a ocurrir al finalizar el día. Nadie sabe si vivir es soñar o si los sueños son un anticipo de una Vida que aún no imaginamos.
En cualquier caso, los que si sabemos, o deberíamos…, es que la Vida que vivimos es una aventura. El cariz de ella solo depende de nosotros. De los ojos con que la experimentemos. De la Luz que busquemos y seamos capaces de apreciar. Y es que, la luz es vida, es ilusión y alegría. Es esa esperanza que, como el azúcar en el café, todo lo endulza.
De luces y sombras saben bien los animales. No necesitan ser sapiens. No es esencial para vivir y… no solo vivir, sino VIVIR! El matiz, aunque diminuto, es esencial. Vivir con mayúsculas es ser uno con el entorno, celebrar cada minuto, agradecer con todo el ímpetu de tu corazón hasta el aire que respiras, no calcular ni pensar ni cavilar. Por eso, los que verdaderamente saben VIVIR son ellos. Felices con su esencia, buscando en la Naturaleza su fuente vital, y aprovechando cada sorbo de paz y pasión.
La palabra preferida de Jesús durante su vida pública era «confía», y en muchas ocasiones hizo alusión a los animales y en como no sentían miedo, ni ansiedad, pues sabían que «Dios» proveería. Así los animales cada día viven y… si no fuera por la mano del hombre que es capaz de destruir habitats y Vida sin razón, vivirían sin miedo. Y aún así mientras viven lo hacen plenos (los que están libres) confiando. Eso no se lo arrebata nadie!
El ciclo de la Vida, la Naturaleza, cumple su orden en armonía.
Esta fotografía tomada en… bueno en realidad que importa el lugar! Tomada en nuestro planeta, que… insisto, es de todos, me llenó de Vida.
Esa luz era pura esperanza. La Luz de la Vida y ahí, impregnándose de ella una colonia de aves en paz y armonía. Un momento de comunión con el Todo.
Por eso… Por momentos así, pienso que el Edén está ahí afuera, en cada brillo de luz, cada sonido natural y cada aroma. Porque cada día esa energía nos envuelve y nos invita a confiar, esperar y vivir. Las pandemias no son una novedad. Han existido y existirán, pero cada día hay una Luz que nos ilumina y nos regala su energía para seguir.
Los animales no dudan, y tú… Quieres confiar? Quieres Vivir?